Techos metálicos

Techos metálicos

Diseño de techos metálicos

Los techos metálicos para exterior, además de actuar como elementos de protección, también cumplen con la función estética. Existen diferentes formas de chapa como la grecada, la minionda, y la más popular, el tipo teja.

De igual modo, los colores de las cubiertas pueden personalizarse para conseguir coherencia con el entorno, ya sea en una vivienda particular o con las tonalidades corporativas de la empresa.

Además, ofrecen una alta protección del vehículo. Los techos metálicos alargan la vida útil, tanto en verano como en invierno, a la vez que protegen la estética evitando que se deterioren componentes como la chapa o la tapicería.

 

Mantenimiento de los Techos Metálicos

Tras un proyecto de instalación hay que mantener techos metálicos para evitar el deterioro con el paso del tiempo. Uno de los problemas más comunes en este tipo de instalaciones el óxido que aparece al cabo de un determinado periodo de tiempo.

Todas nuestras cubiertas y marquesinas se ven sometidas al procedimiento de acero galvanizado, el cual crea sobre ellas una capa de zinc que garantiza su durabilidad y resistencia incluso en condiciones meteorológicas extremas. Gracias a este material, es muy improbable que aparezca óxido, pero en caso de que así sea, dejamos los siguientes consejos.

Tipos de techos metálicos

El óxido en los techos metálicos aparece en el momento en el que el galvanizado se desvanece. Este problema se puede evitar siguiendo las siguientes instrucciones sobre cómo eliminar el óxido de los techos metálicos:

  • Limpia bien la zona a tratar con agua a presión. Es una manera de eliminar la suciedad para ver las con claridad las áreas afectadas por el óxido.
  • Utiliza un cepillo de alambre para raspar la superficies con óxido.
    Si quedan restos de óxido, puedes lijarlos ejerciendo una presión firme en las zonas afectadas.
  • Una hayas terminado de lijar, limpia el polvo y las partículas sobrantes para asegurarte de que la zona está bien tratada y no te has dejado ningún trozo.
  • Para evitar de nuevo la oxidación, pinta la franja afectada con pintura con un alto contenido en zinc o con un spray de galvanizado en frío. Puedes aplicar hasta tres capas, siempre esperando a que seque el área restaurada antes de aplicar la siguiente.

Si quieres más información al respecto, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. 

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